domingo, agosto 28, 2005


Exiliado, en la gloria
entre sangre y marea
una isla perdida
del infierno de tus labios
cuando rozan mi piel
tempestad que arrecha cerca
tu, mujer
cáes sobre los restos
flor en mi epitafio
en que destiñes el carmin cristalino
ojos que rezan
tu canto se quiebra.